De las anomalías que pueden
llegar a tener los recién nacidos, las cardiopatías congénitas son las más
comunes: en Argentina nacen al año más de 7.000 niños con esta patología,
principal causa de muerte en menores de un año. Sin embargo “gracias al diagnóstico
precoz y a un tratamiento oportuno, el 94% de los casos sobrevive a la
intervención inicial”, aseguró el doctor Ignacio Lugones, cirujano
cardiovascular pediátrico (...)
“En el Perú nacen al año seis mil niños y niñas con algún tipo de
cardiopatía congénita, de los cuales cuatro mil deben ser operados antes de
cumplir el año de edad para sobrevivir, pero solo se logra intervenir a 400 y
el resto fallece por causa de un inadecuado diagnóstico” (1).
Las cardiopatías congénitas son varias enfermedades que afectan la estructura y la función normal del
corazón.
Ecografía al feto
“Lo ideal es diagnosticar la cardiopatía congénita durante el embarazo. Esto es posible: se realiza una ecografía
al feto para evaluar su corazón en detalle. El diagnóstico prenatal permite
optimizar la atención del bebé apenas nace, dándole los cuidados especiales en
un hospital preparado para atender estos casos. Esto evita muertes y disminuye
las complicaciones tanto pre como post-operatorias”, señaló Lugones.
Recordó que se está impulsando un proyecto de ley nacional que haga obligatoria
la evaluación cardiológica fetal completa en todo el país. El proyecto incluye
también la realización obligatoria de una oximetría de pulso a todos los recién
nacidos.
En Perú: “El
jefe del Servicio de Cirugía Cardiovascular y Toráxica del hospital Dos de
Mayo, Julio Peralta Rodríguez, propuso ante esa situación la creación de un
programa nacional de control de cardiopatías congénitas para reducir los
índices de mortalidad infantil”. (1)
Oximetría de pulso
Este estudio es barato e indoloro, y consiste en medir la oxigenación de la
sangre con un pequeño dispositivo apoyado en un dedo. “Un valor de oxigenación
bajo puede deberse a una cardiopatía, y de esta manera se puede orientar el
diagnóstico en muchos de los casos”, destacó Lugones y añadió: “esta rutina no
es obligatoria en nuestro país, por lo que perdemos una oportunidad inmejorable
de identificar los niños afectados. Cuando no se hace el diagnóstico en la
etapa prenatal ni en la neonatal, la cardiopatía se sospecha más adelante en la
vida del niño, lo que aumenta mucho el riesgo de que se produzcan
complicaciones”.
Diagnóstico
El diagnóstico de la enfermedad puede realizarse en general con la evaluación
clínica del cardiólogo, un electrocardiograma, una radiografía de tórax y un ecocardiograma doppler color. En
determinadas ocasiones es necesario hacer otros estudios (resonancia magnética,
tomografía computada o un cateterismo cardíaco).
“Gracias al diagnóstico precoz, el refinamiento de las técnicas quirúrgicas,
anestesia y perfusión (introducción lenta y continuada de una sustancia
medicamentosa o de sangre en un organismo), y los adelantos en los cuidados pre
y postoperatorios, podemos reparar con éxito malformaciones complejas a edades
muy tempranas, muchas de ellas en etapa neonatal”, agregó Lugones.
(…)
En Perú: “Existe un diagnóstico equivocado
muy marcado en los diferentes centros hospitalarios de salud, y el sector aún
carece de un sistema de referencia de cardiopatías congénitas que permitan que
estas sean tratadas oportunamente”, manifestó el galeno Julio Peralta. El problema, explicó, es que los
profesionales de salud diagnostican en el recién nacido problemas respiratorios y no cardiopatías,
porque no examinan los pulmones que muchas veces se congestionan de sangre a
causa de una malformación en el corazón y por esa razón las estadísticas no
reflejan el problema real”. (1)
Tomado de:
http://www.lagaceta.com.ar/nota/655505/salud/ecografia-al-corazon-feto-ayuda-salvar-vidas.html
(1) http://www.andina.com.pe/agencia/noticia-cada-ano-mueren-3-mil-ninos-cardiopatias-congenitas-antes-cumplir-un-ano-438048.aspx